lunes, 28 de junio de 2010

Escuela de Filosofía Vaiseshika

Introducción.

Son seis las escuelas o sistemas filosóficos fundamentales que encontramos en la India. También reciben el nombre de Darsanas (de la raíz sánscrita drs que significa: ver). Entonces, cada una de ellas conforma un punto de vista, una forma de “ver” la realidad y son varias las formas, pues la realidad no alcanza ni se agota en un solo punto de vista. Se consideran como los seis aspectos de una misma tradición ortodoxa (todas aceptan Los Vedas como autoridad). Aunque en su aspecto externo pueden presentarse hasta contradictorios, sin embargo podemos entenderlos como proyecciones complementarias de la verdad única en varios aspectos, como las relaciones de los siete ciegos que tocaban el elefante, en la popular fábula budista.

Los Monjes ciegos y el elefante


Se hallaba el Buda en el bosque de Jeta cuando llegaron un buen número de ascetas de diferentes escuelas metafísicas y tendencias filosóficas.

Algunos sostenían que el mundo es eterno, y otros, que no lo es; unos que el mundo es finito, y otros, infinito; unos que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son diferentes; unos, que el Buda tiene existencia tras la muerte, y otros, que no. Y así cada uno sostenía sus puntos de vista, entregándose a prolongadas polémicas. Todo ello fue oído por un grupo de monjes del Buda, que relataron luego el incidente al maestro y le pidieron aclaración. El Buda les pidió que se sentaran tranquilamente a su lado, y habló así:



— Monjes, esos disidentes son ciegos que no ven, que desconocen tanto la verdad como la no verdad, tanto lo real como lo no real. Ignorantes, polemizan y se enzarzan como me habéis relatado. Ahora os contaré un suceso de los tiempos antiguos. Había un maharajá que mandó reunir a todos los ciegos que había en Sabathi y pidió que los pusieran ante un elefante y que contasen, al ir tocando al elefante, qué les parecía. Unos dijeron, tras tocar la cabeza: “Un elefante se parece a un cacharro”; los que tocaron la oreja, aseguraron: “Se parece a un cesto de aventar”; los que tocaron el colmillo: “Es como una reja de arado”; los que palparon el cuerpo: “Es un granero”. Y así, cada uno convencido de lo que declaraba, comenzaron a querellarse entre ellos……...

Los 6 Sistemas o Escuelas Filosóficas

El Sankhya, el Yoga, el Mimansa, el Vedanta, el Vaiseshika y el Nya ya, los seis sistemas clásicos o filosofías, o literalmente, “puntos de vista”.

Estas escuelas tienen en común una suerte de “anonimato”, en lo que se refiere a la presencia de grandes filósofos, aunque algunas llevan el nombre de sus casi místicos fundadores. A los fundadores, reales o supuestos Kápila, Patáñjali, Jáimini, Vyasa, Gáutama y Kanada, probablemente deberíamos considerarlos más bien como escuelas que como individuos, según opinan los estudiosos del tema.

Sólo conocemos sus nombres. Para un occidental, sus enseñanzas no son siempre coherentes ni ordenadas, y no es raro encontrar contradicciones dentro de una misma concepción.

Su ortodoxia no se debe al hecho de pertenecer a una filosofía oficial, aceptada y recomendada por una autoridad, sino que todas ellas reconocen los Vedas y los Upanishads como fundamentos de la Verdad. Las variaciones son diferencias de las múltiples interpretaciones de una misma Realidad.

Además debemos tener en cuenta que, sin los comentarios los textos serían incomprensibles; no son obras de pensadores independientes sino “hilos” (sutra) mnemónicos (referentes a la memoria) para guiar la enseñanza oral dentro del antiguo estilo indio del gurú y de su discípulo.

Escuelas ortodoxas de Filosofía

Encontramos que éstas seis escuelas o sistemas filosóficos se desarrollan dentro del marco del hinduismo, y aunque pueden tener antiguas raíces védicas en algunos casos, marcan un ciclo más racional en relación a la inteligencia-intuición de los antiguos misterios védicos.

Si estableciéramos un orden progresivo decreciente desde la Suprema Realidad, hasta la razón, ésta sería:

Ø Realidad Suprema o Verdad

Ø Revelación Iniciática (Escuelas Iniciáticas)

Ø Razón- (Escuelas de Filosofía)

Es muy importante comprender la gran diferencia que existe en el concepto de Razón entre Oriente (en este caso India), y Occidente. La Filosofía de la India no es racional y científica a la manera occidental, para la India, la Verdad solo puede alcanzarse mediante intuiciones poderosas que caben en la categoría de la mística, y la razón solo interviene para obtener algún elemento válido a partir de allí.

La experiencia, los sentidos, el mundo visible en general, no sirven como fundamento, puesto que todo es una ilusión, maya (existencia- elementos temporales y finitos). En base a lo expuesto sería entonces imposible separar la Filosofía de la Mística en su aspecto más profundo. La razón se inclina ante la revelación, y la revelación es apenas una aproximación a la Realidad Suprema.

La Escuela Vaiseshika

Fundador – Teoría atomista.

Se atribuye al viejo sabio Kanada, apodado “el devorador de átomos”.

Así como el griego Demócrito de Abdera (470-360 A.C) , Kanada tenía una idea de que deberían existir partículas mínimas, muy, muy pequeñas de tierra, agua, fuego, aire y éter en las cosas. Cuenta la leyenda acerca de su descubrimiento, que él tenía en la mano una cantidad de comida; iba comiendo pedacitos, desmenuzando el alimento en trozos cada vez más pequeños. En un cierto punto tuvo la intuición de que seguramente tendrían que existir partículas tan, pero tan pequeñas que no se pudieran partir en más partes. Él llamó a esas partículas aṇu (‘minúsculo’). A partir de esta leyenda, él es conocido como Kanada (‘ el que come partículas’). Se trata pues, de un sistema de creencias basado en una explicación atomista del Universo, cuya materia estaría formada por átomos eternos dispuestos en diversas combinaciones.

Más tarde, luego del siglo II., sufrió una transformación, adoptando ideas más próximas a la escuela Nyaya, con un teísmo más metafísico convirtiéndose así en Nyaya-Vaiseshika

Tenemos información de que en el tercer canto del Bhāgavata puraṇa (que no se puede determinar si es más antiguo o más moderno que éste Kanada) se habla también de partículas mínimas de tiempo, kāla aṇu, de 52,67 millonésimas de segundo.

Kanada hablaba también de dui anuka (doble partícula) y tri anuka (triple partícula), otra idea que aparece en el tercer canto del Bhāgavata puraṇa.

Kanada creía que los seres vivos estaban compuestos de cinco elementos básicos: tierra, agua, fuego, aire y éter, y aún fue un poco más lejos y ajustó la composición de los seres vivos de la siguiente manera:

  • los vegetales tendrían sólo tierra y agua
  • los insectos tendrían tierra, agua y fuego
  • las aves tendrían tierra, agua, fuego y aire
  • las bestias tendrían tierra, agua, fuego, aire y éter
  • los humanos (lo máximo de la creación) tendrían tierra, agua, fuego, aire, éter y mente.

Es muy curioso encontrar que Kanada teorizaba acerca del concepto de la ley de gravedad arguyendo que el responsable de la caída de los objetos era el gurú-tua, la ‘calidad de lo pesado”, por los occidentales conocido como peso.

Esta escuela es considerada atomista pues trata acerca de las “particularidades”(visesha) que diferencian a los seres. El conocimiento sensible nos muestra la existencia de múltiples sustancias materiales que no son eternas, y por lo tanto, son compuestas. Pero la existencia de lo compuesto implica la de lo simple. Así, reduciendo los seres a su última realidad, la que es simple y no compuesta, se llega al concepto de átomo.

Los átomos son eternos, indestructibles, infinitamente pequeños; son los que conforman todo lo que existe y se pueden clasificar según los elementos, en cuatro categorías: tierra, agua, aire y fuego.

Durante los pralayas, (período de reposo del universo, sueño de Brahma) los átomos vuelven a su estado libre. Pero junto al universo material constituido por los átomos, están las almas, que no se captan mediante los sentidos, sino a través de la intuición. Las almas son múltiples y distintas durante el período de manifestación. Están unidas al cuerpo por medio de la sustancia pensante. (Manas, Antakarana), y ésta unión les hace participar del mundo visible, del karma y del dolor.

La liberación reside por lo tanto, en el retorno del alma a su estado desencarnado, en el reconocimiento consciente de su esclavitud en la materia.

Los Vaiseshika-sutra (“los sutra, o preceptos que muestran las diferentes características o naturaleza manifiesta de las cosas individuales”), distingue en la naturaleza seis categorías (padartha):

1. Sustancia (dravya), que comprende la tierra, el agua, el fuego, el aire; el éter, el tiempo, el espacio, el alma (atman) y la mente (manas).

2. Cualidad (guna), que comprende el color, el gusto, el olfato, el tacto

con la temperatura), el número, la extensión, la individualidad, la conexión, la separación, la prioridad, la posterioridad, el conocimiento, el gozo, el dolor, el deseo, la aversión, y la voluntad.

3. Movimiento y acción (karman),

4. Asociación (samanya),

5. Diferencia (visesha); e

6. Inherencia (samavaya).

El Vaiseshika deriva su nombre de la categoría 5, visesha “diferencia”, porque es una doctrina atomística (y de allí provienen los sobrenombres de su legendario fundador). Los átomos de las diversas sustancias carecen de extensión, pero al combinarse se vuelven extensos y visibles. Durante los períodos de disolución cósmica, entre los ciclos cosmogónicos, no se combinan; por ende, no hay entonces universo visible. Sin embargo, las almas conservan su mérito y demérito, y en consecuencia se unen luego a los diversos átomos. Así se renueva el movimiento de los átomos y comienza un nuevo ciclo de creación. Las continuas migraciones y actividades de las almas en el mundo manifiesto en última instancia las fatigan, y así es necesaria una noche, una noche de disolución cósmica, para restaurarlas: las uniones de los átomos se disuelven, y el universo desaparece.

“Tanto las almas como el órgano del pensamiento son sustancias eternas-escribe Garbe, describiendo la psicología peculiar de este sistema-; pero el

alma todo lo penetra, es decir, no está atada al tiempo y al espacio, y, por otra parte, el órgano del pensamiento es un átomo. Este último es el intermediario entre el alma y los sentidos, porque, incitado por el alma, se dirige en cada ocasión al sentido a través del cual el alma desea percibir o actuar (…).

Si queda inmóvil en el alma, la unión de esta última con los sentidos termina, y no es posible ninguna percepción o acto de experiencia (…).

Si el órgano del pensamiento fuera omnipotente como el alma, o si el alma pudiera entrar en relación inmediata con los objetos de conocimiento, todos los objetos serían percibidos simultáneamente.

El órgano del pensamiento, así como por un lado imparte al alma el poder estimulante, también, por otro, actúa como una especie de freno impidiendo que el alma ejerza más de una función por vez”.

El Nyaya, la lógica, sexto de los grandes sistemas, se atribuye a una figura

imprecisa, Gáutama -apodado Aksapada, “el de los ojos en los pies”, es decir, “con los ojos fijos en sus pies” - cuyo manual, los Nyaya-sutra, compuestos quizá ya en 150 a. C., pero más probablemente entre 200 y 450, ofrece un paralelo con el Vaiseshika en su doctrina atómica, su cosmología y su psicología; pero se dedica principalmente a la ciencia de la lógica. “Cuando los sistemas Vaiseshika y Nyaya llegaron a combinarse –observa Garbe-, la escuela unificada adoptó opiniones teístas, pero nunca consideró como creador de la materia al Dios personal que adoptaban. De ésta manera se llega a la sistematización de los argumentos clásicos en favor de la existencia de Dios, labor que fue desarrollada fundamentalmente por Udayana.

Su teología se expresa en el Kusuma’ñiali de Udáyana, 950 d. C.. y en varias obras posteriores que discuten conjuntamente ambos sistemas. De acuerdo con la concepción que ellos sostienen en armonía con la doctrina del Yoga, Dios es un alma distinta, como las otras almas individuales, y éstas, lo mismo que él, son eternas. Sin embargo, Dios se distingue de ellas por el hecho de que solo Él posee los atributos de omnisciencia y omnipotencia, que lo califican para gobernar el universo; y, por otra parte, porque carece de los atributos que tienen por resultado la complicación de todas las almas individuales en el ciclo de la existencia”.

Conclusión

Es muy difícil realizar una conclusión objetiva en un primer acercamiento al conocimiento del pensamiento filosófico de la India, desde una visión occidental. Aún así, con los estudios que en Acrópolis realizamos desde el primer nivel, las consideraciones y explicaciones del Profesor Livraga, de la Prof. Steinberg , y en éste caso recurriendo a un autor ecléctico como Zimmer, podemos trascender la simple teoría conceptual, y comprender de un modo básico la característica cosmológica de la escuela Vaiseshika, que expresa los períodos de manifestación (manvántara) en donde los átomos partiendo desde una esencia única, y a través del movimiento, adquieren características propias, (4 tipos de átomos, según los 4 elementos alquímicos) que en sucesivas combinaciones conforman el universo manifestado.

El objetivo siempre es la Liberación, el retorno del alma a su estado no manifestado, el reconocimiento consciente de la esclavitud de la materia.

El procedimiento filosófico que utiliza esta escuela es inductivo, parte de lo particular a lo Universal.

Aclaraciones

Heinrich Zimmer, menciona en sus explicaciones a Richard Garbe 1885-1927. Indólogo alemán.

Garbe (1857-1927), profesor de la Universidad de Tübingen, se ha ganado su reputación a través de su beca en la filosofía india, en particular su trabajo en la reconstrucción de la Bhagavad Gita en su forma original. Su viaje de un año a la India en 1885 fue financiado por el gobierno de Prusia a través de su Ministerio de Cultura y la Real Academia de Ciencias de Berlín. Garbe mantiene un registro detallado de sus experiencias en la India, que publicó en 1889 bajo el título de Viaje a la India, Sketches, entre otros tantos.

Bibliografía

· Historia de la Filosofía Oriental - Editorial Nueva Acrópolis

· Filosofías de la India – Heinrich Zimmer - Ed. Palas Athena 1951

  • Wikipedia: http://en.wikipedia. org/wiki/Filosofía_India

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